Varias veces hemos escuchado a personas decir que el acido hialuronico es ocupado para restaurar el cabello o para tratamientos en la piel con resultados favorables, pero lo que algunas personas no saben es que también se utiliza para el tratamiento del desgaste de las articulaciones o artrosis.
¿Qué es el acido hialuronico?
Es un polisacárido (biomoléculas que se forman por la unión de muchos monosacáridos o azúcares simples), que en nuestro cuerpo se encuentra en la piel, en el humor vítreo (dentro de nuestros ojos), en el líquido sinovial de las articulaciones, en los huesos, en la próstata …
Puede retener grandes cantidades de agua, así que, en la piel es responsable de mantener el nivel de humedad contrarrestando el envejecimiento, aumenta la producción de colágeno y previene formación de arrugas.
¿Por qué usarlo en las articulaciones?
En varios estudios se ha demostrado que la concentracion de acido hialuronico está disminuido en la artrosis (padecimiento crónico degenerativo, es común en personas de edad avanzada, en el cual las articulaciones se ven afectadas, se caracteriza por dolor articular, rigidez, alteración en la movilidad, pueden presentarse crepitaciones o derrames. Es una enfermedad multifactorial).
Así que se propuso desde la década de los noventa, que fue cuando empezaron estos estudios, la aplicación de inyecciones intraarticulares de acido hialuronico para ayudar a restaurar la viscoelasticidad del líquido sinovial y promover su autoproducción en el cuerpo; reduciendo con ello los síntomas como el dolor y disminuyendo la inflamación con mejoría en la función de las articulaciones tratadas.
Es responsable de la viscoelasticidad del líquido sinovial y actúa como lubricante articular, ayudando a absorber los diferentes impactos recibidos por la articulación.
En la artrosis, las terminales nerviosas de la articulación producen descargas espontáneas y son sensibles a movimientos habitualmente no dolorosos, además la inflamación, influye en la excitabilidad de esta terminaciones, es decir, que la articulación en este padecimiento tiene una hipersensibilidad al dolor cuando realizamos cualquier movimiento. El acido hialuronico al atenuar el proceso inflamatorio, reduce el dolor.
Entre otras funciones que tiene, es el de proteger a las células de hueso y cartílago del proceso de la muerte celular programada.
La infiltración de acido hialuronico mediante inyección intraarticular está indicado en pacientes con articulaciones afectadas por artrosis, en especial, gonartrosis (de rodilla), en los que los medicamentos para controlar el dolor y reducir la inflamación como los antiinflamatorios no esteroideos no están indicados, dieron escasos o nulos resultados.
¿Sirve este tratamiento?
La infiltración intraarticular de acido hialuronico de bajo peso molecular, ha demostrado su efectividad como modificador lento de los síntomas en la artrosis, por otro lado, no se tiene evidencia suficiente para calificarlo como un fármaco que modifique la estructura del cartílago o del líquido sinovial.
El inicio del alivio de los síntomas es entre dos y cinco semanas después de la infiltración. La duración de la acción es entre cuatro y doce meses.
Además, su perfil de seguridad es bueno, pero ligeramente superior en los preparados de acido hialuronico de bajo peso molecular, ya que los efectos adversos derivados de su uso se presentan con poca frecuencia, algunos de ellos son: reacción inflamatoria en el sitio de la punción para la infiltración, siendo la más frecuente; también se presenta dolor y tumefacción transitoria. Finalmente en muy pocos pacientes se ha presentado reacciones alérgicas en la piel y reacciones anafilácticas (reacciones alérgicas sistémicas agudas) en personas que recibieron más de un ciclo de tratamiento.
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