Muchas amigas me han pedido que hable sobre como se desarrolla el embarazo mes a mes es una guía práctica espero les guste y les sirva de ayuda también recuerden pueden visitar toda la sección de bebes y niños aquí saludos.
Lo más importante del primer mes es tener la certeza de que se halla embarazada. La mujer lo ignora, o quizás se lo imagina ante la ausencia de menstruación, aunque ello no sea una regla fija, puesto que puede tener otras muchas causas, como cambio de clima, exceso de trabajo…
La seguridad puede proporcionarla la prueba del embarazo que acabamos de ver, 10 o 12 días después de la falta de menstruación.
Como hemos visto, dichos test consisten en comprobar la presencia de hormona del embarazo en la orina matutina de la mujer. Es fácil detectar estas hormonas a los 10 días de la falta de la regla; sin embargo, han de transcurrir aún varias semanas antes de que el embarazo se observe exteriormente.
Mientras tanto, el organismo experimenta cambios de importancia, ya que de inmediato a la fecundación, el óvulo empieza a dividirse, iniciando su marcha hacia el útero por las trompas de Falopio. A los siete u ocho días llega, a su
destino y se anida en el útero, en su parte superior.
Pese a que sus dimensiones son muy pequeñas, es posible ya distinguir la bolsa amniótica y la placenta. Claro está que el útero no ha crecido de manera visible, si bien se ha ablandado ya. Entonces, el organismo produce las hormonas femeninas, estrógenos y gestágenos en mayor cantidad. Por tanto, la temperatura no baja como antes, al final del ciclo.
Cuando se sospecha el embarazo, la mujer, si desea su logro, debe dejar de fumar o concretarse a cuatro o cinco cigarrillos diarios a lo sumo (lo cual no es nada recomendado). Tampoco deberá abusar en absoluto del alcohol (y si es posible evitarlo), ni comer carne medio cruda.
Es muy importante que no se tome ningún medicamento sin consultar antes con el médico. No se deben practicar deportes, exceptuando la natación. Las vacunas también pueden resultar fatales, por lo que es imprescindible, en caso de requerirse la previa consulta al médico.
Durante el segundo mes del embarazo hay que ir al primer reconocimiento de control médico. En él, el doctor efectuará las preguntas que juzgue más necesarias, como saber cuándo la mujer tuvo la primera menstruación, si sus hemorragias son intensas, o si ha sufrido enfermedades graves. Asimismo, es posible que el médico se interese por el grupo sanguíneo.
En este mes, la futura madre no suele engordar, aunque los pechos aumentan de tamaño y la coloración de la aureola es más oscura; asimismo, a algunas embarazadas se les ensancha el cuello por la acción hormonal. Al final del segundo mes, el útero presenta el tamaño de un puño femenino.
Es entonces cuando casi todas las mujeres ofrecen ya síntomas de su estado, y con mucha probabilidad náuseas matutinas. En ese caso es aconsejable no emprender las actividades diarias en ayunas. Si se vomita más de dos o tres veces al día hay que consultar con el médico.
La mujer, en este período, suele respirar en forma más acelerada, debido a su, gran producción hormonal. También se tienen más ganas de orinar, sobre todo por la noche, a causa de la presión que el útero ejerce sobre la vejiga.
A las ocho semanas de la fecundación, el feto ya ofrece el aspecto del ser humano, perfilándose ya el rostro, los labios, la nariz y los ojos.
Pesa un gramo y medio y su tamaño es de unos tres centímetros. En el tercer mes del embarazo es importantísimo no alcohol, puesto que es en este mes cuando hay más probabilidad de abortar, aunque las causas sean aún desconocidas.
Por consiguiente, todos los cuidados serán pocos en este período. No hay que fatigarse indebidamente por ningún motivo ni llevar cargas pesadas. También es conveniente evitar los viajes prolongados en coche, así como los deportes, tal vez con excepción de la natación.
Los dolores en el bajo vientre, semejantes a los de la menstruación, y cualquier hemorragia, por leve que sea, son motivos para que la embarazada visite al médico. En tal caso, deberá reposar en cama, pues con estas precauciones y por medio de preparados hormonales se consigue casi siempre salvar el embarazo. Todo el organismo se va adaptando, ajustándose al nuevo estado.
A finales de mes desaparecen las náuseas. En caso contrario, hay que visitar al médico. Las glándulas por lo general dejan de producir hormonas de cuerpo amarillo «gestágenos», pues ya continúa la placenta.
Como en los tejidos se acumula agua, la cara suele aparecer más rellena, de mejor aspecto que en época normal. Tales alteraciones faciales son propias del embarazo y desaparecen con el parto.
En el cuarto mes hay que empezar a cuidar el peso, que irá en aumento, redondeándose la cintura y las caderas. El vientre, medido a la altura del ombligo, alcanza al final del embarazo unos 100 centímetros. La mujer, en el cuarto mes, engorda unos 300 g. semanales, debiendo pesarse con regularidad y cuidar su alimentación.
Al crecer el útero aumenta la presión sobre el aparato digestivo. Sin embargo, este suele continuar su función normal durante todo el embarazo. Los problemas de digestión que se le pueden presentar nunca provienen por la «falta de espacio». Lo más seguro es que la causa resida en las hormonas, cuya producción ha aumentado de
manera considerable.
Precisamente, uno de los inconvenientes del embarazo es el mal funcionamiento intestinal, más la embarazada jamás deberá tomar laxantes sin antes consultar con su médico. A veces, basta un vaso de agua tibia para que desaparezcan las molestias del intestino.
Asimismo, en este mes es posible que, si la embarazada padece de alguna úlcera, esta le desaparezca por sí sola.
En el cuarto mes de embarazo, la mujer, ya adaptada al nuevo estado, se encuentra más equilibrada, y el embarazo todavía no le resulta muy molesto. Además, cada vez es menor el peligro de abortar. Y aunque no debe fatigarse con exceso, puede viajar más que con anterioridad, así como dedicarse a sus quehaceres.
Resulta de interés que durante el embarazo se visite al dentista varias veces, aunque no haya dolencias dentales. Lo importante es descubrir y tratar cualquier foco infeccioso que pudiera existir.
Durante el embarazo, además, aumenta el peligro de la caries, puesto que la saliva contiene más ácido y ataca más al esmalte. Un tratamiento odontológico normal no perjudica en modo alguno al feto.
La embarazada no debe preocuparse si sangra a veces por las encías, pues es el mejor modo que tiene el organismo de librarse del exceso de sangre producida.
Hoy día, la ciencia médica aconseja a las futuras madres que a partir de este cuarto mes acudan a un gimnasio o practiquen algunos ejercicios en casa de los recién descritos.
Aunque para la ejecución de tales ejercicios siempre hay que pedir consejo al médico, ya que las mujeres predispuestas al aborto o parto prematuro tan solo deberán realizar los ejercicios respiratorios.
No es sino en el quinto mes cuando el feto empieza a moverse, que seria la vigésima semana de embarazo, a contar desde el primer día después de faltar la regla. Se trata de golpecitos mínimos y sin embargo, es importante comunicarlo lo antes posible al médico, pues ello le permitirá a este calcular con cierta precisión la fecha del parto.
Claro que muchas veces el niño no se mueve hasta algo más adelante. Esto no debe preocupar en absoluto a la madre, puesto que se trata de algo normal. También es posible que una madre primeriza no se dé cuenta al principio de tales movimientos.
Es algo común que una mujer embarazada sienta algunos antojos alimenticios. En realidad se ignoran las causas de los mismos, que pueden deberse tan solo a simple sugestión.
También es probable que el cuerpo indique de este modo qué alimentos o vitaminas necesita perentoriamente. Si los caprichos o antojos no son muy costosos o sofisticados, la mujer puede satisfacerlos siempre que no vayan a
perjudicarla en su estado. En este mes hay que seguir controlando el peso y acudir al médico.
En el sexto mes, la mujer empieza a perder parte de sus encantos al aumentar de peso muy de prisa -casi medio kilo por semana-, al punto de incrementar en ocasiones la redondez del vientre hasta cinco centímetros semanales. Es ahora cuando hay qué prestar más atención al vientre, en donde pueden ya aparecer las estrías gravídicas, que son fisuras subcutáneas de color violeta-rojizo, que no desaparecen nunca más. Para evitarlas es conveniente darse masajes con alguna pomada o crema.
Los pechos también aumentan en forma considerable en su peso; nunca hay que emplear alcohol para dar masaje en esta zona corporal.
Es en las piernas donde se observan las mayores alteraciones, puesto que sus vasos sanguíneos no pueden adaptarse a veces al torrente que circula por ellos. De esta manera, la sangre se acumula en las piernas y provoca las várices. El médico sabrá indicar a la mujer embarazada de qué modo puede evitar este efecto secundario.
En el séptimo mes puede ya nacer el niño (sietemesinos), aunque hoy día los bebés de este tipo poseen grandes posibilidades de supervivencia, gracias a las incubadoras. Por todo esto es conveniente vigilar con suma atención el menor síntoma y acudir con prontitud al médico. Existen muchas causas capaces que provocar un parto prematuro, entre las cuales se cuenta el fumar.
Al mismo tiempo, es posible detener un parto prematuro con los medicamentos adecuados, que se administran por vía intravenosa. Si la embarazada empieza a expulsar un líquido claro o amarillento -amniótico- o experimenta contracciones, deberá ingresar de inmediato en una clínica.
El embarazo supone una auténtica conmoción para el organismo, pero también actúa sobre la psiquis femenina.
Cada mujer vive el embarazo a su aire o a su forma.
Muchas veces, además, un segundo embarazo es muy distinto del primero. Sin embargo, en todos ellos hay alteraciones psíquicas por completo típicas.
Por ejemplo, en el embarazo aumenta la sensibilidad femenina, necesitando más proyección y experimentando cambios bruscos de humor.
De todas maneras, la mujer ha de desterrar de sí todo sentimiento de culpabilidad y también ahuyentar el temor al parto, muy natural en las primerizas. En este mes, las lágrimas siempre están a punto de irrumpir en escena.
Lo más importante del octavo mes es la diversidad de molestias, pequeñas, pero presentes.
Así, se presentan dolores en la espalda, por la sobrecarga que soporta la espina dorsal; ardores de estómago, porque al aumentar el útero presiona contra aquel. Se recrudece con mayor tenacidad el insomnio, puesto que es más difícil adoptar una postura cómoda, debido a los movimientos del niño y la tensión física. Sin embargo, a menos que lo indique el médico, no hay que tomar nunca calmantes ni analgésicos.
Incluso las aspirinas pueden originar malformaciones fetales, es en esa época cuando se experimentan calambres en las pantorrillas y los dedos de los pies, sobre todo por las noches.
Hay picores, que no son más que una especie de alergia contra el embarazo, si bien inofensiva por completo o un síntoma típico del embarazo es tener la «nariz tapada», así como los oídos. Los resfriados tardan mucho en desaparecer.
La presión ejercida por el útero sobre la vejiga obliga a orinar con mucha frecuencia, sobre todo por las noches. Hay, o puede haber, hemorroides, o sea dilataciones venosas del ano, las cuales se presentan cuando la mujer tiene predisposición a las várices.
Asimismo, suelen hincharse los tobillos a causa de la acumulación de agua, para lo cual el mejor remedio es descansar lo más posible, y suministrarse masajes.
La piel, en este período del embarazo, se oscurece, con una línea negra que aparece desde el ombligo hasta el pubis. Ello tiene su Origen en que durante el embarazo, la corteza de las glándulas suprarrenales produce más hormonas, lo que altera típicamente la pigmentación de la piel.
También pueden oscurecerse las pecas y cicatrices, y en el rostro suelen aparecer multitud de manchas. Todo esto se elimina con el parto.
En el noveno mes desciende el vientre, porque el útero se transforma y empuja la cabeza del niño a fin de que encaje con la pelvis, que es la postura ideal para el parto.
De esta manera, baja el vientre. Esto representa un alivio, pues facilita la respiración y disminuye la presión sobre el estómago. En este momento es oportuno acudir al médico, el cual podrá calcular con facilidad la fecha del parto. En
ese tiempo empiezan las primeras contracciones, que aún no son dolorosas.
Las visitas al médico se multiplicarán, para que este pueda, comprobar con cierta asiduidad la postura del bebé, el cual casi siempre gira para adoptar su posición correcta. A finales de este mes, la mujer pesa de 10 a 12 kilos más que de costumbre. Este exceso se reparte del modo siguiente: tres kilos corresponden al niño; uno, al útero; medio kilo, al pecho; otro medio, a la placenta; un kilo, de líquido amniótico, y otro, de sangre adicional.
Los tres kilos restantes pertenecen al agua acumulada en los tejidos. Sin embargo, al final del mes, las embarazadas ya no aumentan de peso, pues el organismo empieza a eliminar el agua acumulada.
Es al final del embarazo cuando el corazón debe trabajar al máximo. El diafragma está muy alto y el corazón se desplaza de sitio. Este órgano debe enviar más sangre que nunca, de manera acelerada, por lo que se exige su máximo rendimiento, por cuyo motivo habrá que vigilar cualquier fallo cardíaco que pueda producirse.
Pues así es amigas y amigos, eso es en términos generales, el proceso de embarazo correspondiente a grandes rasgos de lo que pasa mes a mes recordemos que cada mujer lleva su embarazo o tiene síntomas diferentes, pero he tratado de ejemplificar algunos casos que por lo general les pueden pasar a la mayoría de nosotras y eso es todo saludos su amiga Ana Vegana.