¿Las calorias son una buena metrica para adelgazar?

¿Qué ES UNA CALORÍA? Las caloría son la unidad de calor (o de energía). Tal como los centímetros es para las unidades de longitud, las calorías miden la cantidad de calor (y por consiguiente de energía) que suministrará un determinado alimento o bebida.

Específicamente es la cantidad de energía que se requiere para elevar la temperatura de un gramo de agua de cero a un grado centígrado. Multiplíquese esto por mil y se tiene la kilocaloría, o sea, la caloría tal como la conocemos hoy en día.

LAS CALORÍAS FUERA DEL CUERPO PUEDEN SER MEDIDAS DE MODO EXACTO.

La teoría de las calorías se ha mantenido firme durante más de dos siglos, desde que el renombrado físico francés Antoine Lavoisier formuló sus leyes de la termodinámica.

La energía calorífica no puede ser creada de la nada, afirmó. Desde aquel día en adelante los médicos adaptaron esto de la siguiente manera: las calorías que entran igualan a las calorías que salen. De lo contrario debe producirse necesariamente un incremento o una pérdida de peso.

Ya en 1760, Joseph Black había diseñado un calorímetro, un aparato para medir esas unidades de energía. De este modo, cuando usted lee en la etiqueta de una botella de refresco (que hoy en siglo xxi ya es muy común eso) de régimen que contiene una caloría, usted puede creérselo.

Pero, ¿qué hay de la otra parte de la hoja a balance de las calorías?  ¿Qué pasa con las calorías que regularmente quema su cuerpo? ¿Cómo son medidas estas?

No Son medidas en forma directa. Son medidas por inferencia, los únicos datos mesurables son la cantidad de oxígeno que usa el cuerpo, la cantidad de bióxido de carbono emitida, los cambios de la temperatura corporal, etc.

Usando una fórmula fija puede ser calculada su emisión calórica, es decir, la cantidad de energía calorífera que tú usas normalmente… siempre que todos los otros factores sean mantenidos constantes. Una de las cosas que se mantiene constante es la composición de la dieta.

En otras palabras, nunca fueron probadas dietas de una composición distinta. Y, a pesar de esto, esa es la
base del dogma de las calorías.
Bueno, quizá sea un dogma, pero no es muy exacto.

Acaba de leer usted acerca de algunos de los muchos estudios que sugieren esto… estudios que han demostrado que, a diferencia de lo que comúnmente se cree en la profesión médica, sucede más a menudo que la gente obesa tome un número de calorías significativamente menor que las personas normales con las que han sido comparadas… y, no obstante, no pierden peso ya veces incluso lo ganan!.

LO QUE CUENTA NO ES EL NÚMERO SINO EL TIPO DE CALORÍAS.

No fue sino hasta treinta años después de los estudios de Newburgh y Johnson, cuando dos investigadores ingleses, Kekwick y Pawan, demostraron que, mientras que la gente pierde peso con una dieta de proteínas o grasas de mil calorías por día,  no se perdía ningún peso con una dieta de carbohidratos con el mismo número de calorías diarias.

SI PUEDES PERDER PESO, Y PERDER MUCHO, MIENTRAS COME CON EXCESO.

Vamos a poner un ejemplo eso lo vi en una revista mexicana en este 2021 en donde ponían un caso real de un señor llamado  Miguel Ojeda.

En diecisiete semanas el Sr. Miguel perdió treinta y ocho kilos y medio, y esto mientras estaba comiendo tres mil calorías por día. Eso no es ninguna pérdida a corto plazo.

Ahora, veamos los datos: si Miguel pierde dos kilos un cuarto por semana y si un kilo de grasa representa siete mil calorías, entonces 2,5 x 7.000= 17.500 calorías por semana, 2.500 calorías por día.

¡Para explicar este fenómeno usando la teoría de las calorías, el Sr. Ojeda tendría que quemar 3.000+ 2.500 calorías, es decir, 5.500 calorías, por día!

Pero Miguel tiene un metabolismo basal normal y un trabajo sedentario como agente de ventas en una marca de coches aquí en México.

El cálculo más exagerado de su gasto calórico no puede exceder a las 3.000 calorías por día.

¿Dónde van las otras 2.500 calorías diarias?  No se olvide de que Miguel había ganado peso, llegando hasta los 166 kilos, con el mismo metabolismo y sin comer más de 3.000 calorías por día.

Y no recibió medicación en tanto perdía esos 38,5 kilos. Ni  tampoco era más activo físicamente mientras perdía ese peso.

LA CLAVE DEL ENGAÑO DE LAS CALORÍAS.

Por eso muchos expertos dicen que la teoría de las calorías está equivocada. Durante años han estado tratando de averiguar el por qué.

Aquí una posible explicación:

El cálculo del flujo de calorías hacia el exterior se basa en la suposición de que la grasa, tal como se quema en el cuerpo, es degradada totalmente (bioquímicamente descompuesta) para suministrar todo el calor potencial (energía) que contiene (los productos finales son las sustancias básicas, el bióxido de carbono y el agua).

Si alguna porción de la molécula de grasa saliese del cuerpo en otra forma molécula que contuviese una energía potencial, quedaría demostrado que la teoría de las calorías estaba equivocada.

Ya conocemos a nuestras maravillosas amigas las cetonas y cómo son excretadas en la orina.

Los doctores Kekwick y Pawan, en su investigación pionera, fueron los primeros en indicar que de esta manera se excreta una cantidad significativa de energía latente.

En una dieta con bajo contenido de carbohidratos se pierde casi tres veces más energía, en la orina y en los excrementos, principalmente en forma de cetonas, que en una dieta alta en carbohidratos.

Y tal como ya ha leído, las calorías cetónicas perdidas en la orina son una buena noticia.

También es excretada una cantidad significativa de cetonas a través del aire que respiramos. Así que se eliminan
más cetonas con solo respirar incluso de las que Kekwick y Pawan tuvieron en cuenta en su estudio.

SIGAMOS HABLANDO DEL ENGAÑO DE LAS CALORÍAS.

Desde mi punto de vista como vegana creo sé esta perpetrando un cruel engaño contra el público al hacernos creer que no tenemos otra alternativa más que tener fe en la teoría de las calorías.

Como resultado de esto se está forzando a la gente a llegar a la conclusión de que la dieta equivocada (la dieta equilibrada, baja en calorías) es realmente la mejor para ella.

A causa de la motivación y de su determinación, puede perder peso con ella… temporalmente.

Pero, bioquímicamente hablando, el eliminar calorías ha sido siempre una forma cruel y muy poco eficiente de perder peso, aún de modo temporal, porque los carbohidratos de la dieta equilibrada de bajo contenido calorífico no solo te impiden a ti quemar su propia grasa, sino que, además, te producen hambre.

 

Pongamos unos casos reales de  algunas víctimas DEL ENGAÑO DE LAS CALORÍAS. Susana tiene un rostro hermoso, pero está muy gordita. Entra en un club de perdedores de peso en el que se aplaude a la gente que logra perderlo (y se silba o abuchea a los que lo ganan).

Susana sigue la dieta que prescribe el club: una dieta equilibrada y de bajo contenido calorífico.
No le gusta la leche desnatada o deslactosada, pero se la bebe. Come mucha más fruta de la que está acostumbrada.

Y, dado que la dieta insiste en que tome más alimentos y carbohidratos del mínimo al que había logrado llegar, gana peso.

Cuando «confiesa» esto en el club, alguien le silva, Susana no llora, pero nota una tremenda sensación de desaliento. Susana es una víctima del engaño de las calorías.

LA VÍCTIMA DE VAIVÉN O SUBE Y BAJA.

Leonardo era un chico gordo y ahora es un hombre gordo. Ha perdido la confianza en sí mismo. Sabe que tiene que tomar una decisión, así que comienza una dieta.

Recorta mucho las cantidades de comida. Pasa hambre continuamente, pero lo soporta estoicamente. Debe eliminar toda esa grasa, Al fin, tras semanas de pasar hambre, no puede seguir soportándolo.

Comienza a comer como maniaco. Cada año pasa por el mismo vergonzoso doloroso calvario. Y cada año gana más peso de lo que pierde. Leonardo es una víctima  más del engaño de las calorías.

SIGUIENDO LA DIETA A LA PERFECCIÓN.

Gladys lo hace todo «bien» come pan del que le indican, fruta que solo le autorizan, dulces de igual manera. Solo bebe bebidas permitidas. Recorta todo lo que puede en cantidades. Pocas a veces hace algo que parezca estar mal, Pero Gladys sigue usando la talla 16, mientras que todas sus amigas siguen usando la talla 8. Gladys es una víctima del engaño de las calorías.

LA víctima Clásica. ¿Claudia le pregunta a su doctor:Por qué estoy gorda? En realidad no como demasiado.

El doctor se lo explica con mucha paciencia: Si comiese usted menos de lo que quema, no estaría gorda. El que esté usted gordita significa que, en realidad, no me cuenta la verdad.

Porque no es posible que coma usted la cantidad que dice que come y siga siendo tan gordita. Claudia es la
víctima clásica del engaño de las calorías.

¿Qué ENGAÑO ESTÁ ATRIBULANDO A TODA ESTA GENTE?

La falsa idea de que uno tiene que comer menos, en lugar de hacerlo de un modo distinto, si es que quiere perder peso.

La errónea creencia de que el número de calorías que tomamos explica las diferencias en el peso del cuerpo.
Si el contar las calorías fuera la solución al problema de la obesidad tal problema habría dejado de existir, porque somos una sociedad que cuida mucho sus calorías.

Sabemos cómo contarlas y cómo recortarlas. Todo el mundo trata de vendernos una forma fácil y alegre de sentirnos hambrientos. Pero lo que ocurre en realidad es que no deseamos pasar hambre.
RAS.

PUEDE USTED PERDER PESO SIN HAMBRE Y SIN PASTILLAS O PÍLDORAS QUE VENDEN HOY EN LA TV O  EN ALGUNA PÁGINA WEB.

Hay muchas maneras de servir los alimento de un modo atractivo en una dieta de bajo contenido calorífico, pero la cantidad de ellos que  le sienta bien en el interior de su tripa es ya otra cosa porque, biológicamente hablando, los alimentos producen la sensación de saciedad no entran en la dieta ni van a parar el riesgo sanguíneo.

No es necesario pasar hambre para perder peso aquí tienen otro caso de un  economista de la ciudad de México. Mide 1,78 metros y pesaba 123 kilos cuando visito a su médico para que le recomendara bajar de peso. Su presión sanguínea era alta, tenía hipoglucemia, y en el historial de su familia se daba la diabetes y la obesidad. En un año su peso ha bajado a 88 kilos este es un caso que data del 2019.

Esto es menos de lo que pesaba cuando iba a la universidad. Y sigue perdiendo peso.

DESCUBRIÓ QUE LOS LIBROS SOBRE  CALORÍAS ESTÁN EQUIVOCADOS.

En su  experiencia cuenta, que los libros de calorías están equivocados dice estoy perdiendo peso con más rapidez tomando 1800 calorías por día de lo que perdía con base en 1.000 calorías cuando tomaba una «dieta equilibrada».

Y lo sé porque he estado contando  Las calorías durante los últimos 10 años. Es difícil bajar hasta 1.000 calorías por día, pero tuve que hacerlo.

Algunas personas perdían peso con 1.500 calorías diarias, pero yo no. Y hace mucho que había dejado de beber. Para perder nueve kilos pasé muchos meses de torturas. Me notaba muerto de hambre; iba al gimnasio y alzaba pesas, lo único en que pensaba era en comida.

Pero jamás quería experimentar con las dietas moda. No creía en ellas. Él confiaba en los libros de Calorías… en que el perder era cuestión de adquirir menos y perder más. Pero, si aquello hubiera sido exacto, debería haber estado perdiendo dos kilos por semana, y solo perdía uno y se sentía muy mal.

Hay muy poco que pueda decir un doctor convencido de la teoría de contar calorías, acerca de este difícil acertijo. Sabe por su práctica clínica que todos aquellos pacientes que afirman tal cosa no están mintiendo, ni están engañados. Probablemente se da cuenta de que, si un padre es obeso, existe un niño. Y de que, por una razón de pura aritmética, si ambos padres son obesos, la posibilidad aumenta al 80 o al 90 por ciento.

Ve que la teoría de las calorías no se adecúa a la vida real, pero está atrapado por ella. No tendría por qué estarlo.

¿HAY ALGUNOS QUE NAZCAN CON UNA PROPENSIÓN A LA OBESIDAD?

Los doctores  de la Sociedad Mexicana de Obesidad, en la convención de hace un par de años, oyeron que algunas personas, simplemente, tienen más células grasas que otras, y a menudo desde su niñez.

Esas células grasas en exceso son algo que dura toda la vida. Crean hambre.. Aunque no se sabe muy bien el cómo y el por qué. Y su presencia es anuncio del desarreglo metabólico que contribuye a hacer que una persona aún sea más propensa a la obesidad.

Los propensos a la obesidad solo pueden esperar perder peso con una dieta que no produzca hambre.

EL CONTAR GRAMOS ES MÁS FÁCIL, PERO DIFERENTE

Dado que se nos ha lavado el cerebro durante tanto tiempo, tendrás tú que estar en guardia continuamente. Pero creo que puede lograrse.

Al principio tendrás muchas dificultades cuando pase de contar calorías a contar gramos.

Como a todos. Cuando oye la palabra dieta, surge automáticamente el reflejo del pensar en pocas calorías.
Estoy escribiendo este artículo, para tratar de borrarles el lavado de cerebro. Quiero cambiar los reflejos mentales y emocionales que tienes acerca de las calorías. Y también acerca de los carbohidratos. Si lo consigo, se habrán acabado tus problemas dietéticos un saludo su amiga Ana Vegana, espero te haya gustado este artículo.

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